Psicopedagogía

Psicopedagogía

Psicopedagogía Inicial: Esta rama de la Psicopedagogía nos permite acompañar a los pequeños en el camino que implica tomar la posición de “niño pequeño” y las producciones que allí se ponen en juego. Se incluye un trabajo integrado con las instituciones escolares de nivel inicial a las cuales concurren los niños.

Realizar un diagnóstico psicopedagógico en edades muy tempranas es un proceso de investigación clínica, y en este sentido, el mismo es productor de conocimientos y de hipótesis en relación al cómo intervienen los procesos de pensamiento en cada niño en particular. A través de la aplicación de técnicas específicas pensadas para los más pequeños, observamos cuál es el universo simbólico y los niveles de producción: -gráficos, juegos, imagen mental, lenguaje, niveles lógico matemáticos; con que cuenta el niño, así como también qué estrategias utiliza para sortear los conflictos de aprendizaje. Analizamos cada situación particular para considerar la incumbencia o no de realizar tratamiento psicopedagógico u otra intervención pertinente: -orientación escolar, orientaciones a los padres, orientación a otros tratamientos. 

Psicopedagogía clínica: entendida como aquella disciplina que detecta, identifica y atiende las alteraciones del aprendizaje del ser humano en las distintas etapas de su vida, especialmente aquellas relacionadas al ámbito escolar y académico (aprendizaje sistemático). Dado que mediante el aprendizaje cada persona se inserta en el mundo de la cultura, el objetivo de la intervención psicopedagógica es favorecer su participación activa en este proceso.

Frente a la consulta psicopedagógica, llevamos a cabo inicialmente una evaluación neuropsicológica que tiene como principal objetivo evaluar signos de riesgo y caracterizar el perfil de aprendizaje del niño, joven o adulto. A partir de distintas técnicas y tests standarizados abocados al análisis de las funciones cognitivas superiores, se arriba de manera cuantitativa y cualitativa a un cuadro que permite esclarecer y trazar objetivos de intervención específica. Asimismo, consideramos fundamental contemplar los diversos factores socioemocionales y afectivos que condicionan la relación con el aprendizaje y el medio.

Respecto al tratamiento psicopedagógico, el mismo apunta a la optimización de las funciones cognitivas y a la adquisición de recursos compensatorios que le permiten al niño o joven responder adecuadamente a las expectativas escolares, favoreciendo así el desarrollo de su autoestima. Por tal motivo, consideramos fundamental realizar un trabajo en equipo entre el profesional, los padres y el colegio, en el que se prioricen las necesidades específicas y se valoren las fortalezas.

Cabe destacar que la detección temprana de los trastornos específicos de aprendizaje favorece su pronóstico y su evolución.  


Equipo Terapéutico Interdisciplinario.

¿Qué nos implica trabajar en interdisciplina? Poder pensar y accionar desde nuestras especificidades e interpelar a cada una de las demás especialidades para elegir cómo, cuándo y dónde intervenir con nuestros pacientes. Sabiendo que el eje que nos convoca a todos es que allí hay un sujeto o un sujeto en construcción, y no una persona o cuerpo a reparar.

Reconocer que interdisciplina no implica suma de disciplinas interviniendo todas juntas sobre un paciente (niño, adolescente o adulto), es pensar en equipo, y mediante la interconsulta, desde donde priorizar la intervención sin fragmentar al sujeto en tantas partes como especialistas o especialidades conocemos.

El equipo de trabajo clínico se va configurando en el uno por uno, soportando la ausencia de respuestas absolutas y generalizables, orientado siempre por la pregunta en relación a lo singular del paciente. Estas preguntas por el sujeto y su singularidad en sus producciones, son las que marcan la dirección del trabajo y los modos de intervención.